martes, 14 de marzo de 2017

Alas cortadas

Después de haber terminado mi primer maratón, sentía la necesidad de afrontar nuevos retos y dado mi buen estado de forma, decidí bajar mi marca en la media maratón. El lugar elegido fue Punta Umbría, y la fecha abril.
Por tanto, adapté un plan de entrenamiento para llegar en las mejores condiciones físicas posibles para esa carrera. En realidad, ese fue el momento en el que mejor me he sentido físicamente y quería aprovecharlo.

Unos meses antes, intentamos meter en este mundillo a un amigo, y como aliciente organizamos por sorpresa inscribirlo en una carrera de 5km. Era una mañana preciosa, y la verdad es que disfrutamos mucho puesto que era la primera para él y juntos. Era la primera vez que se colocaba un dorsal, y eso siempre es motivo de felicidad y alegría. ¿Quién no recuerda esa primera vez? Mi amigo, Sergio Ruíz, acababa su primera carrera.




A las pocas semanas me rompí. Una rotura de fibras en el gemelo derecho me dejaba sin poder entrenar para conseguir la marca de la media, y tocaba recuperarse bien para la próxima. No me marqué objetivo ni plazos. Quería recuperarme bien para estar perfecto para la siguiente cita. 
Pero no hubo mas citas.

En mayo, un movimiento sin aparente riesgo me provocó un dolor muy fuerte en la zona lumbar. A los dos días no fui capaz de levantarme de la cama. Estaba completamente imposibilitado y me asusté muchísimo. Me diagnosticaron una lumbargía aguda, y como tal me la trataron. Pero la realidad era que después de una semana seguía igual, con los mismos dolores y sin poder moverme. Dos semanas después seguía igual, no había mejorado nada y ya estaba bastante agobiado. Decidieron hacerme una resonancia y......para mi sorpresa, detectaron una hernia discal bastante pronunciada.
Se me vino el mundo encima, era una noticia que no esperaba y ahora tocaba plantearme muchas cosas.
Lo primero fue encontrar una solución. Empezamos con un tratamiento para eliminar el dolor y el pinzamiento nervioso. Después de un mes de tratamiento todo estaba como al principio, no había habido ninguna mejora, y el siguiente paso fue contactar con un neurocirujano. Fui a tres, y los tres me dijeron que tenía que operarme, que no había otra solución. Estudié los pros y los contras. Los pros, que remitiría el dolor y podría hacer "vida normal". Los contras, que en esa "vida normal" no estaría la palabra "correr", que en toda operación hay riesgos, que podría perder movilidad en una zona de la espalda. En definitiva, que ninguno de los tres me convenció. 
Dado que nada me convencía, consulté a mi gurú Alberto sobre qué me aconsejaba, y la respuesta fue muy clara. Me habló de un fisio en Jaén, Luis Baños. Inmediatamente me puse en contacto con ellos a través de un email, mandándoles todo mi informe.
Su respuesta sí que me convenció, me dijo que ellos podrían tratarme sin necesidad de operar. Y lo siguiente fue concretar una cita y acudir a verlo.

¿Cuántas veces habéis estado ante un médico al que le preguntais sobre una enfermedad, operación, etc y recibes una respuesta en la que se cura en salud? Pues me pasó todo lo contrario, al entrar en su despacho me dio la mano y me dijo "Manuel, no te preocupes que tú vuelves a correr".
Os aseguro que me dejó perplejo, ya que ni siquiera podía caminar 50 metros seguidos. ¿Imagináis mi cara? Era una mezcla entre alegría e incredulidad.
Acudí a la clínica Luis Baños durante dos meses, una vez a la semana. Durante ese tiempo sufrí bastante, y costó mucho tiempo y esfuerzo el poder empezar a ver una mínima mejoría. Me dijeron que eso era normal, que en cuanto empezara a haber algo de mejoría, todo iría muy rápido.
Y así fue.

Uno de los días que fui a la consulta, me dijeron que comenzara a caminar y correr (ya caminaba una hora seguida sin pararme). Ese día llegué a mi casa a las 22:00 después de haber ido a Jaén y volver a Huelva. Llegué a casa, me calcé mis zapatillas y ........
Si pensais que mi carrera mas importante fue un maratón, un ultra trail o algo por el estilo, os equivocáis. Ese día caminaba 5´ y corría 1´, y esa ha sido hasta hoy la carrera mas importante que he tenido. Hubo quien se cruzó conmigo y me vio la cara. Pleno agosto, zona costera y allí estaba yo, riéndome, feliz, emocionado por volver a sentirme runner, pese a que algunos se empeñaron en cortarme las alas.

Aquí sigo, volando, libre. Por eso corro.

Corro porque nada me conecta mas al mundo, nada me conecta mas a mí mismo.















lunes, 6 de marzo de 2017

De nuevo de vuelta

Ha pasado mucho tiempo, dos años exactamente, pero he vuelto.

Muchos de los que me conocéis sabeis que han sido dos años con muchos cambios, pero con las ganas, la entrega y el coraje que siempre me ha caracterizado.

Dejé de escribir por varios motivos, primero por falta de inspiración, después por una lesión que marcaría un antes y un después, y por último a causa de una serie de proyectos que me ocupaban mucho tiempo. Pero una vez puesto todo en orden, creo que es el momento de volver al blog y de escribir sobre este mundillo tan nuestro.

No es fácil volver después de tanto tiempo, es como reconciliarse con alguien al que hace mucho que no ves, pero que es necesario hacerlo. ¿Y qué haces después de haberte disculpado? Pues probablemente hablar de todo lo que os habéis dejado por el camino con el paso del tiempo, y la mejor manera de hacerlo es cronológicamente. Por tanto, así retomaré esta nueva etapa. Lo primero será pediros perdón por este tiempo en el que estuve un poco ausente. Aunque en ningún momento me olvidé de quienes habéis estado ahí y seguís estando. 

Mi última entrada fue el 9 de febrero de 2015 y desde ahí en adelante os iré contando experiencias. Pensaba dedicar una entrada mi especial a la siguiente experiencia, ya que para mí ha marcado una etapa importante en mi modo de afrontar una carrera. Esa experiencia fue el Maratón de Sevilla.

ZURICH MARATON DE SEVILLA 2015

El 22 de febrero corría mi primer maratón. Creo que ha sido el día que mas nervios he sentido antes de una carrera y a la vez, uno de los que más a gusto me he sentido corriendo. Vaya por delante que aún no conozco al "tío del mazo", debo decir que mi plan de entrenamiento dio sus frutos. Volví a correr con Luis y Riki. Elegimos una estrategia muy conservadora, haciendo todos los kilómetros al mismo ritmo. La primera media fuimos los tres juntos, pero a partir del km. 28, Riki acompañó a otro corredor con algún que otro problema. A partir de ese momento, hicimos el resto de carrera Luis y yo.  Todo iba según lo previsto, estábamos a 10 km de la meta, y veíamos corredores a ambos lados de la carretera sentados, andando, bastante exhaustos. Fue bastante sonado el número masivo de abandonos. Ese día hizo calor, pero un calor muy normal en Andalucía, nada fuera de lo común. Los kilómetros empezaban a notarse en nuestras piernas, pero nuestro ritmo seguía siendo firme, e íbamos  demasiado enteros pese a todo lo comentado. Habíamos cruzado el centro de Sevilla y nos dirigíamos hacia La Cartuja. Eran los kilómetros más duros para nuestras cabezas, pero las piernas seguían respondiendo y la emoción cada vez era mayor. Ya veíamos el estadio, estábamos a punto de entrar bajo el puente de la puerta de acceso, y allí estaban nuestras familias. No lo esperábamos y la alegría nos empujó hasta el tartán, a 300 metros de cruzar la meta, y se cumplió mi sueño. Cruzaba la meta de la mítica distancia de 42.195 metros, por primera vez en mi vida, algo que veía tremendamente lejos cuando empecé en este mundo.


Elegimos un plan de carrera creado por Martín Fiz para acabar en 3 horas 30´. ¿Adivinais cuál fue el tiempo total? Exacto, 3:30:39 fue la marca que logramos entrando juntos en la meta. 

Desde aquí os animo a que alguna vez en la vida os animeis a correr un maratón. Eso sí, habiendo corrido antes algunas medias, y algunas distancias intermedias. Y por supuesto, con un plan serio de entrenamiento.



Espero que esta nueva entrada no os haya defraudado y que sigamos encontrando en este blog, un rincón donde continuar disfrutando de este deporte.




Gracias.

lunes, 9 de febrero de 2015

IV Ternua Snow Running

Ternua Snow Running Sierra Nevada 2015

Como os comenté en la última entrada, había una carrera sorpresa y aquí la tenéis ya. 
Ha sido una de mis mayores experiencias y será difícil estar a la altura de la misma para poder contaros esta aventura, pero lo pondré todo para transmitiros las sensaciones vividas en esta carrera (por llamarla de alguna manera).






Todo comienza como suelen comenzar todas estas locuras. Un mensaje de Fran Maldonado a mi móvil hablándome de una carrera en la nieve despierta el interés por la prueba. Y nos vamos informando y entusiasmando con la prueba. 

Entre medias, hacemos lo propio con Pascual y Luiki, y a ellos también les atrae muchísimo. Resultado, nos inscribimos en la carrera. Una carrera en la que tan sólo hay 500 dorsales, que es puntuable para el campeonato de Andalucía de montaña y en un terreno por el que jamás habíamos corrido. En definitiva, una auténtica aventura en la que sin apenas darnos cuenta nos vemos inmersos. Una carrera en Sierra Nevada de 12,7 km por la nieve, y para añadirle mas pimienta, nocturna. Con un desnivel acumulado de unos 900 metros.




Tras varios meses gestionando todo el equipo necesario para correr en esas condiciones, entrenando cuestas (que no es lo mismo que altura), y haciéndonos a la idea de lo que nos podríamos encontrar allí, seguimos con dudas hasta el mismo momento de la salida. 

Con  todo preparado partimos el 31 de enero por la mañana dirección Pradollano.
Pues bien, como no eran handicaps suficientes, nos pilla el peor fin de semana del invierno. Todo iba como la seda hasta que llegamos a un kilómetro de Pradollano y encontramos un atasco enorme a causa de la nieve en la carretera. Eso nos provoca un retraso de aproximadamente una hora, el cual hace que nos entren los nervios por tener que ir con prisas el resto del día. Lo primero fue almorzar un poco tarde, luego llegar al briefing sin vestir, aunque le echamos un poco de morro al asunto y nos cambiamos en medio de la reunión. Cosas de onubenses. 
Allí nos comunicaron que las condiciones eran bastante malas y que se veían obligados a modificar parte del circuito, quedando un trazado de 10,5 km aunque con el mismo desnivel acumulado. Esto le daba un toque mayor de dureza a la prueba, tanto por el porcentaje de desnivel, como por las condiciones climatológicas.



Al final fuimos capaces de ganar algo de tiempo y llegar a la línea de salida con suficiente tiempo para hacernos fotos y disfrutar de tan mágico momento. 

A las 18:40, cayendo la tarde en tan bello paraje, da comienzo la salida con su consiguente pistoletazo. Bajo los pies, nieve, un enorme manto de nieve que hace de pista y unas 500 almas se atreven frente a las dificultades meteorológicas. 
Empezamos corriendo, pero la primera curva a la izquierda nos pone en nuestro sitio. No queda otra opción más que andar. Una rampa continua de 3 kilómetros sin tregua, y cada kilómetro con mas pendiente que el anterior. Cada metro de ascensión más frío que el anterior. Paredes de hielo y nieve que se hacían interminables. Cuando parecía que se acababa, venía otra. Así llegamos al punto más alto en Borreguiles con una altitud de unos 2700 metros.




Lo siguiente sería el descenso. Otros 3 kilómetros que nos prometíamos muy felices pero que ni mucho menos fue así. Bajar esa pendiente hundiendo los pies en la nieve e intercalando la nieve polvo con las placas de hielo fue una auténtica odisea. Había que controlar mucho las piernas para no acabar rodando por los suelos (como pasó con algunos corredores delante de nuestras narices). Aún así, llegamos al punto de control con suficiente tiempo como para reponer fuerzas en el avituallamiento y volver a emprender la subida de algo más de 2 kilómetros que teníamos por delante. 

Pese a subir menos, el frío llegó a -11º C y una sensación térmica de -21ºC. Vamos, la temperatura a la que estamos acostumbrados en Huelva. Pero eso tampoco nos hizo ceder. Nos dio moral y fuerzas para seguir. Y volver a bajar esa pendiente por la que a duras penas veíamos a más de 30 metros.

Pero a falta de 100 metros para la meta, el EQUIPO unido por las manos y el tesón, daba los últimos pasos hasta la meta. Cuatro corazones latiendo a la vez. Cuatro corredores unidos desde el principio y entrando juntos bajo el arco donde se para el crono. Dos horas sobre un hermoso manto de nieve y haciendo EQUIPO en un terreno desconocido para nosotros. 

¿Quién dijo que este deporte no es de EQUIPO?


Aquí os dejo el video que resume todas y cada una de mis palabras.

https://vimeo.com/119188207

Así fue nuestra aventura y así he querido contarla para que se pueda entender lo mejor posible. 
Cuatro corredores por Sierra Nevada. Fran Maldonado, Antonio Pascual, Luis García y un servidor. 

¡¡¡¡¡VAMOS EQUIPOOOOOOO!!!!!



miércoles, 31 de diciembre de 2014

Fin de la historia

Después de tres duros meses de lesiones y recaídas, creo que por fin puedo decir que ya todo va de paso. Y pese a que fue duro el camino, llegó el fruto del trabajo bien hecho y de la paciencia. Ahora ya puedo seguir entrenando con asiduidad y preparando los objetivos y las metas para esta temporada. 

Antes de contaros la lista de deseos y buenos propósitos para el año que entra, me gustaría decir que en noviembre estuve en la Travesía Marismas del Odiel. Mi marca fue bastante discreta pero para mí fue valiosísima ya que tan sólo llevaba unos quince días entrenando con normalidad y lo planteé como un entrenamiento con mucha gente. 

Y pese a que no ha habido ninguna carrera más en este 2014, sí que he tenido entrenamientos de muy buena calidad y de los que estoy plenamente satisfecho. He vuelto a disfrutar del entorno del parque Moret y sus innumerables cuestas, esas que te dan el plus y la chispa en las carreras. Y cómo las he echado de menos estos meses. Es una de las estampas que más me gustan por las mañanas. Es una maravilla y un lujo tener ese espacio natural en Huelva y poder disfrutarlo. 



También aproveché unos días de vacaciones en Albufeira para hacer un poco de turismo corriendo y a la vez, descubrir unas vistas y caminos espectaculares. Por cierto, hay muchas ciudades, sobre todo en Europa, en las que podemos encontrar visitas guiadas a la vez que corremos. 



Bueno, y a todo esto, contaros que sigo un plan de entrenamiento para la maratón de Sevilla. Mi primera maratón, la cual espero acabar lo más decentemente que pueda. En ello estamos trabajando. Entre medias, tenemos preparada una carrera bastante interesante, de la cual os hablaré en una futura entrada. Sólo decir que hará frío y tendremos que subir alguna montaña. 

Y acabaré el año corriendo la carrera más importante para mí, la San Silvestre de Huelva. Y os preguntaréis qué es lo que tiene de especial. Pues algo muy emotivo para mí, correrla con mis hijas (o con alguna de ellas). Es el broche perfecto a este inolvidable 2014. Un año con más de 1600 km en las piernas, con alguna lesión, pero con más de 1600 palabras de ánimos. Los vuestros, los de mis amigos, los de mis compañeros de viaje, los de la gente que conoce mi hobby, pero sobre todo, los ánimos de mi FAMILIA



Mis mejores deseos para todos vosotros en este nuevo año que entra. 


Felices Fiestas y Feliz 2015!!!



domingo, 19 de octubre de 2014

La soledad de la lesión

Después de mucho tiempo sin escribir, aquí estoy de nuevo.
Tras un descanso y la parada de la temporada, me vuelvo a calzar las zapatillas. Vuelvo a pisar el asfalto y la arena, pero mi rodilla me avisa de que algo está pasando. Y no muy bueno precisamente.
Lo intento, respetando los ritmos de la nueva puesta en marcha, pero sigue sin estar bien. Puedo subir las cuestas, pero veo las estrellas cuando las bajo. Y decido parar y acudo a un traumatólogo, el doctor Andrés Nieto.
Me comenta que tengo inflamado el tendón rotuliano y que no puedo continuar corriendo.  La terapia es parar absolutamente y tratar la rodilla con fisioterapia.
Dos meses sin volver a ponerme las zapatillas. Dos meses acudiendo al Centro de Fisioterapia San Sebastián. Dos meses visitando a mi amigo Alberto (mi gurú) y buscando una rápida recuperación.






Dos meses demasiado largos, en los que deseaba que todo fuese bien, y que mereciera la pena todo ese tiempo sin poder correr. Pero en los que veía que no iba todo lo bien que yo deseaba. Era cuestión de tiempo, pero el tiempo se hace eterno cuando deseas estar bien y no puedes.





Acaba el tratamiento y por fin vuelvo a ponerme las zapatillas. Me emociono y me pongo nervioso por saber cómo habrá ido todo. Es la primera vez que salgo después de mucho tiempo y lo único que espero es que no haya dolor. Que se haya esfumado. Y salgo a correr. Y veo que todo va bien, pese a haber algo de dolor, todo va bien. Sigo los consejos del fisio; poca distancia y ritmos bajos.
Estoy feliz de volver a empezar, pero no todo va como yo esperaba. Sigue habiendo molestias y vuelvo a acudir al traumatólogo, el cual me dice que siga corriendo pero que hay que seguir tratando la rodilla.

Y mientras, corro con esas molestias, e inconscientemente voy apoyando más el peso sobre la pierna buena. El resultado era de esperar, una lesión en el gemelo de la pierna derecha y vuelta a parar.

A todo esto, hay mucha gente que me ha animado y lo sigue haciendo (aún estoy lesionado). Pero cada día que no puedo ponerme las zapatillas siento esa soledad. Mi estado de ánimo es bueno y positivo, pero la realidad es la que hay.

Mi deseo es volver a correr y eso sigue en mi mente. Ves colmo salen tus amigos a correr mientras tu no puedes. Y esa parte es muy dura. Pero cada día pienso que queda un día menos para volver a ponerme las zapatillas y pisar nuevamente el asfalto.

Mucho ánimo a todos los que os sentís así, y muchas gracias a los que nos ayudáis a sobrellevarlo.


miércoles, 16 de julio de 2014

Descanso anual

¡Llegó el verano!

 Vacaciones, playa, chiringuito y descanso.
Que bien suena todo eso, y que importante es dejar a un lado la tensión acumulada durante toda la temporada. Aunque sin olvidarnos de lo que somos, lo que hemos conseguido hasta ahora y de nuestro OBJETIVO.

Probablemente, la mayoría de vosotros, habéis puesto fin a la temporada con alguna carrera y a partir de ahí comenzareis vuestro descanso. Otros, aprovechareis las vacaciones para darle caña a vuestros entrenamientos y preparar carreras a medio o corto plazo. En realidad todos deberíamos planificar nuestros descansos en la temporada, sea cual sea la época del año que hayamos elegido.

Con ese descanso, se consigue: 

Una recuperación física y psicológica.
Regeneración y reconstrucción de células.
Restauración de niveles energéticos.

 Nos pasamos todo el año mirando el reloj, el GPS, haciendo series, y un largo etcétera. Pero después de 11 meses de trabajo, toca descansar. 
Algunos piensan que parar significa perder la forma. Pero la verdad es que se necesitan un par de semanas para perder algo de forma. ¿Y pensáis que no la vais a recuperar? Os va a sobrar tiempo. Aquí la cuestión sería cuánto tiempo hay que descansar. 
Después de leer e informarme, hay opiniones muy diversas. La que mas me atrae es la de las dos semanas de descanso total y una o dos de descanso activo.

Esto consiste en lo siguiente:

Descanso total

No ponernos las zapatillas para nada, y si hacemos otro deporte, que sea algo suave.


Un ejemplo de descanso total


Descanso activo

Bien sea una o dos semanas, empezaremos a realizar tiradas cortas con ritmos bajos.



Y otro de descanso activo


Somos corredores populares, y debemos disfrutar de este deporte sin obsesionarnos y manteniendo la cabeza fría. La temporada es larga, hay momentos en que nos lesionamos, nuestro trabajo no nos permite entrenar cuándo y cómo queremos, la familia, y eso también repercute en un agotamiento psicológico que con este descanso nos debe ayudar a retomar el trabajo con mas fuerza y energía que cuando lo dejamos.

Nos quedan 11 meses de trabajo, nos merecemos un descanso.

¡Feliz Verano!


martes, 24 de junio de 2014

I Trail Amanecer en Doñana

Una noche recibí un mensaje por Whatsapp de un amigo en el que me contaba que se iba a celebrar una prueba desde Huelva hasta El Rocío, 62 Km!!! Mi respuesta fue que estaba loco, que eso era una pasada y que conmigo no contara. En media hora empezamos a preguntarnos que cuándo se abría el plazo de inscripciones. Una hora después ya éramos cuatro. Sin darnos cuenta estábamos preparando nuestras mentes para dicho evento.
Fran Maldonado, el "culpable", y Luis García, el "instigador, fueron los que me llevaron a iniciar este reto.  De eso hace ya unos tres meses y medio, y en ese tiempo ocurrieron muchísimas cosas.

De pensar que esa distancia era demasiado para mi, pasé a buscarme un plan de entrenamiento para dicha prueba. Y me senté con Luis para diseñar un calendario de entrenamiento, el cual fuese compatible con nuestros horarios laborales (trabajamos a turnos), con los fines de semana con la familia, con las comuniones de nuestros hijos, con las vacaciones de Semana Santa, y con lo que nos sobraba, encajarlo en un cuadrante e intentar ser lo mas disciplinado posible para lograr nuestros objetivos.
Habíamos dado el primer paso. Estabamos dispuestos a entrenar para llegar a esta prueba y superarla dentro de cada una de nuestras reales posibilidades. Sólo había un objetivo común, acabarla.

Y llegó el día en el que se abrió el plazo de inscripciones, y allí estábamos inscritos cuatro personajes que no sabíamos que iba a pasar, Fran, Emilio, Luis y yo. Nuestros dorsales delatan la celeridad de nuestras inscripciones. Pero no quedó ahí la cosa, se sumó un quinto elemento, Ricardo Ruíz "Riki".

Y no digo un sexto porque sería muy injusto con él. Es algo más. Un amigo que se dedicaba a realizar caminatas, que nunca se había colocado en la línea de salida de ninguna carrera y al que animamos a participar en esta aventura, Antonio Pascual.

Seis personas, seis objetivos, seis historias, seis formas de entrenar, seis maneras de correr, seis aventuras.



                              


 Y sonó la bocina del barco que daba la orden de salida. Nuestros relojes marcaban las 00:00 horas de la medianoche del 21 de junio de 2014, solsticio de verano en el muelle de Huelva. Desde allí, 400 almas buscaban la meta de las arenas marismeñas de El Rocío. Bajo un cielo cubierto de estrellas, comenzó nuestra aventura. Con nuestras mochilas a la espalda, cargadas de los ánimos en forma de mensajes, llamadas y abrazos de nuestros amigos, familiares, gente que nos aprecia, que sabe valorar nuestro esfuerzo y sacrificio diario. Y con el aún reciente recuerdo óptico de nuestros hijos y mujeres, que estuvieron en la línea de salida, que nos ayudaron con nuestros dorsales, con la vestimenta, con su calor. Y que nos apoyaron y nos siguieron en cuerpo y alma durante cada uno de los 62 Km que recorrimos.
Que espectacular fue el paso por el Club Marítimo. Fue algo increíble sentir el aliento de todos los allí congregados y seguir por la Punta del Sebo, donde hubo quien abandonó su barbacoa para animar, junto a la cantidad de familiares nuestros que aparcaron allí sus coches para volver a darnos sus últimos aplausos antes de llegar a la meta. GRACIAS!!!!!



Después llegaron los avituallamientos, con los voluntarios del Club Androx. Siempre animando, siempre, entregados a los corredores y siempre con una sonrisa. La Cruz Roja colaborando en todo lo que hizo falta, y la Guardia Civil haciéndonos fácil los pasos de cruces. Los voluntarios que se pasaron toda la noche sentados en el sillín de sus bicicletas. Los fotógrafos de lavidaencarrera.com .A todos ellos, GRACIAS!!!

Y a la fantástica organización, tan solo decirles que es maravilloso correr en un evento pensado para los corredores. Enhorabuena y os animo a que continuéis realizando esta prueba.






Y llegamos a la aldea almonteña, y la atravesamos hasta alcanzar su marisma. Encaramos la última recta y veíamos la premeta, y la Meta, y la gente, y la Ermita de la Virgen del Rocío. Y después de pasar toda la noche corriendo, las piernas se nos iban. Y cada vez íbamos más rápido. Y subimos la rampa de la Meta. Y alcanzamos nuestro OBJETIVO. Nuestro objetivo con mayúsculas, nuestro reto personal. Y se acabó el sufrimiento, dando paso a la emoción contenida durante tres meses y medio. Y lo logramos. Si alguno dudaba de nuestro objetivo, ahora se estará arrepintiendo. No sabía que cada uno de nosotros tenía su motivación, y que eso le llevaría a la gloria alcanzada en lo más alto de esa rampa.

No ganamos la carrera, no estábamos en el podio, pero todos nos sentíamos ganadores. Luis García, Ricardo Ruíz, Fran Maldonado, Antonio Pascual, Emilio Palma y un servidor, Manuel López, cumplimos con nuestros objetivos, y cada uno de vosotros, que leéis este artículo, habéis colaborado a que lo consiguiésemos.

¡¡¡GRACIAS!!!!








Ni una hernia, ni una rotura fibrilar, ni una pájara en una tirada larga, ni unos pies destrozados, ni un embarazo, ni un mal día nos impidieron cumplir nuestro propósito.